Algo tan sencillo como rellenar páginas sin decir nada
Esta reseña va dedicada a Anna Müller, a ver si estamos tan de acuerdo como en la de Moccia.
Conforme leía en mi mente se iba repitiendo la frase: «¿¡Qué clase de broma es esta!?», y conste que digo broma por no decir timo. Veréis, igual es yo tengo conceptos raros sobre lo que debe ser una novela, pero creo que el requisito mínino e imprescindible es una cosa llamada argumento. Ya sabéis, que el autor cuente algo para que su texto se diferencie de un prospecto de medicamentos. Al principio pensaba: «vamos, tiene que haber una historia que justifique que se escriban más de quinientas páginas». Pasada la mitad del libro abandoné toda esperanza y dejé que mi aburrimiento me arrastrara al lado oscuro. Así que ya que me he molestado en conseguir y leer el libro, me pienso cobrar el tiempo que he perdido. En sangre.
Además, todo el mundo sabe que ser mala mola más. Muajajajaja.
Aviso que esto más que una reseña es una compilación de las notas que tomé durante la lectura.
Blue Jeans no es un escritor, es un «escribidor»:
1. «El primer beso, su primer beso. ¿Cómo describir aquel instante? Todavía no se han inventado palabras para hacerlo.» Claro que se han inventado, si tenemos hasta una palabra para designar seres u objetos con forma de huso (fusiforme). Un escritor tiene que saber manejar el lenguaje para transmitir, no esperar que la imaginación de sus lectores haga todo el trabajo.
2. «Sin frío, sin calor. Sin luna, sin estrellas. Sin aliento, sin aire. Sin nada. Solo se sienten y están el uno para el otro.» Fiel a su plagiado inspirador Moccia, Jeans suele usar frases que parecen dictadas por walkie-talkie. En serio, quien quiera dedicarse a escribir que repita conmigo: las oraciones complejas son buenas, las oraciones complejas no quieren hacerme daño, las oraciones complejas son mis amigas…
3. El autor parece que tenga miedo de no saber hacerse entender, es explicativo hasta la redundancia: «[S]e da cuenta de que Ainhoa estaba consultando un foro para anoréxicas y bulímicas. No es una web para ayudar a chicas y chicos que sufren trastornos alimenticios. Al contrario.» ¡Gracias por tu aclaración! ¡¡Si no me lo llegas a decir nunca me habría dado cuenta!!
4. Pese a lo largo que es el libro falta información porque esta se encuentra descompensada. Se dedican páginas a meter relleno (¡una dirección web copiada tal cual!), para luego despachar en dos líneas la resolución de unas agresiones racistas. O sea, nada importante, mejor repitamos que la prota es estudiosa por si a alguien aún no le ha quedado claro.
5. Cuando Jeans dice cosas de sus personajes a través de sus acciones y pensamientos (que es la manera correcta) lo hace sin darse cuenta y con resultados tronchantes. Ejemplo: está un muchacho en un pasillo y entran un chico y una chica. El muchacho se fija en la ropa del chico, su cuerpo y lo alto y guapo que es. Ah, y en que la chica parece pija. A párrafo seguido nos intentan convencer de que al muchacho le ha gustado la chica. Ya. Sigue probando campeón.
6. El narrador se la pasa adelantado acontecimientos para crear tensión, pero no funciona porque en seguida te das cuenta de que te está tangando. Da a entender que va a pasar algo chungo y luego es una tontería como que un par de chicos se pongan gallitos con los protas.
Venga ya Blue Jeans, ni siquiera te has esforzado:
1. Los personajes son: Elena, la responsable estudiosa; David, el amable y misterioso; Manu, el ligón; Nicole, la alegre; Toni, el tímido e inseguro; Ainoa, la acomplejada con su físico; Julen, el majo; Iria, la del genio vivo; Óscar, el guitarrista medio emo; y Marta, la hermana niñata de Elena. Ninguno tiene facetas más allá de eso y todos son guapos. Total, ¿para qué molestarse en intentar hacer personajes mínimamente profundos y originales pudiendo tirar de clichés?
2. ¿Argumento? ¿Qué argumento? Aquí sólo te cuentan aleatoriamente tres días de la vida de unos universitarios que hablan, salen de fiesta y se montan un folletín del quince. Elena y David se gustan, pero a Marta también le gusta David y Manu va detrás de Elena; Iria tiene novio, pero le gusta a Julen; a Óscar le pusieron los cuernos y para superarlo se lía con Ainoa, a la que le mola Óscar, pero se siente una sustituta… vamos que la cosa se va liando hasta llegar a culebrón de sobremesa; de los malos, esos en los que se busca rizar el rizo sólo por alargar.
3. Como los personajes son planos y lo único que se busca es el folletín, la consecuencia es que la historia resulta artificial y muy superficial. Los amores, odios y amistades surgen en segundos, casi todo el texto está formado por diálogos clichés y no hay segunda lectura.
4. Salen temas serios como los trastornos alimenticios y el racismo, pero sólo se mencionan de pasada y ni pintan nada ni da la impresión de que haya una investigación sobre ellos más allá de una búsqueda rápida en Internet.
Emm, no:
1. En las últimas páginas el autor pega un acelerón, como si él mismo hubiera acabado hastiado de su propia historia; y no sólo se las arregla para no finalizar nada en absoluto, encima deja caer un montón de «bombas» para dejar la cosa en un cliffhangers que le permita sacar otro libro. DESTRIPE Como que la novia virtual de Toni era en realidad un pederasta. Entonces, ¿por qué monta el pollo del suicidio para llamar la atención en las redes? Digo yo que un delincuente así lo último que quiere es dar la nota. FIN DESTRIPE
2. En la novela sale el típico acosador baboso al que dan ganas de pegarle hostias con un diccionario, de los gordos de tapa dura, hasta que aprenda lo que quiere decir «NO». Es un chulo prepotente que se dedica a avasallar a la chica que le interesa, pasarse por el forro sus quejas y opiniones e invadir su espacio personal e intimidad cuando ella ya le ha dicho claramente que la deje en paz. DESTRIPE Por ejemplo, se mete en el cuarto de Elena sin su permiso y le cotillea el ordenador mientras que la chica venga a pedirle pare, y cuando Elena intenta recuperar su ordenador él se aprovecha para restregarse contra ella diciendo que debería estar contenta porque muchas querrían estar en su lugar. FIN DESTRIPE Y también hace cosas como recurrir al chantaje para tener una cita y besar por sorpresa para que la chica no se pueda negar (esto del beso sorpresa está presentado como muy buena táctica de ligue, lo hacen también mujeres y a los tíos les encanta, porque claaaro como los hombres no pueden sufrir acoso sexual). Por supuesto, justifican su actitud con el tópico de que cuando las chicas dicen que no se están haciendo las difíciles, pero en realidad les mola esa actitud y a base de insistir te acabas liando con ellas o lo que surja. En serio Jeans, ¿te ha pagado esta gentuza para que les hagas publicidad y legitimes sus técnicas? Porque lo has bordado.
Sentencia
Sólo para fan incondicionales del autor o gente que se haya quedado encerrada en un baño y no tenga ningún bote de champú a mano.